...Siempre tuvo la absoluta certeza de que...En un lugar no muy lejano...Alguien latía...Caminaba...Respiraba...Amaba...Acertaba y se equivocaba a su compás...
Es más...Estaba segura de que aquella dulce sensación que tantas veces erizaba su piel...No era otra cosa que el roce de su aliento en la nuca...O el delicado trazo de sus dedos...Dibujando sobre su espalda las letras de su nombre...Con la más suave de las cadencias...
Una...A una...
Se preguntaba si pudiera ser que algo le estuviera pasando...Cuando su alma se agitaba inquieta...Si la felicidad le estaría desbordando...
Cuando sin aparente motivo brotaba en su boca una sonrisa...Si sería que la echaba de menos...Cuando sentía que su corazón se encogía...
Absorbido por el agujero que notaba en su pecho...
Sí...Sin duda era eso...La evidencia...La muestra palpable de que se puede sentir...Añorar...Desear...Incluso amar...Lo que nunca se ha sentido...Lo que nunca se ha tenido...Lo que nunca se ha vivido...
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¡Hermoso , hermoso Lola! Tal vez lo que nunca se ha vivido; pero lo que tantas veces se ha soñado ;y algunos tenemos la suerte de sonar viviendo y de vivir soñando.
ResponderEliminarTu escrito rebosa un embriagador romanticismo.
Besos.
Lola, guapa, estoy medio de vacaciones y mañana me vuelvo a ir, procuraré conectarme responder los comentarios y leereos, pero en septiembre ya estaré a pleno rendimiento. Te dejo abrazos en un capazo y te dedico mis saltibrincos.
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ResponderEliminarAsí de cierto es mi querida Lola, solo sabes que necesitas sentir para vivir y aunque no se tenga lo sientes como si estuviera presente a tu lado y con una fuerza de solo la energía fuerte del amor es capaz de generar.
Besos de luz.